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7. ARQUITECTURA VIRTUAL ¿Son los NFT el futuro del diseño?

Si alguien intentara venderte un edificio virtual, ¿lo comprarías? Sí, un edificio virtual. No algo construido en el mundo físico, ni algo que puedas habitar, sino más bien una imagen que puedes contemplar o un vídeo que puedes reproducir.

Empecemos por el principio… Fungible y no fungible

Para entender el concepto de los NFT, primero tenemos que saber y entender que en nuestro sistema jurídico, existen bienes fungibles y bienes no fungibles. Los bienes fungibles son los que pueden intercambiarse, teniendo un valor en función de su número, medida o peso. Y los bienes no fungibles son los que no son sustituibles.

Un ejemplo de bienes fungibles es el dinero.

Y por otra parte, un ejemplo de bien no fungible sería una obra de arte. Si tienes un cuadro en casa, este no se consume al utilizarse y tampoco puede ser sustituido por otro cuadro. Una obra de arte no es equivalente a otra, y por lo tanto, no se pueden simplemente intercambiar como pasa con un billete de 20 euros.

¿Qué son los NFT?

Las siglas de NFT significan Non -Fungible Token, un token no fungible. Los tokens son unidades de valor que se le asignan a un modelo de negocio, como por ejemplo el de las criptomonedas. Y es que los NFT tienen una relación estrecha con las criptomonedas, por lo menos tecnológicamente, aunque son opuestos, ya que un Bitcoin es un bien fungible, y un NFT es un bien no fungible, pero en esencia, son como las dos caras de una moneda tecnológica.

Para que lo entiendas bien, podemos pensar en las criptomonedas como una reserva de valor, algo parecido al oro.

Los NFT son activos únicos que no se pueden modificar ni intercambiar por otro que tenga el mismo valor, ya que no hay dos NFT que sean equivalentes igual que no hay dos cuadros que lo sean.

Los NFT están diseñados para ofrecer algo único: la propiedad original y certificada de una obra que no se encuentra en el mundo físico. Se cree que es el siguiente paso en el coleccionismo de obras y una nueva frontera para lo que consideramos arte, cómo lo valoramos y cómo lo exponemos.

Por lo tanto, puedes pensar en un NFT como una gran obra de arte, como la Gioconda de Da Vinci. Solo hay una y está en una galería de arte concreta. Si la quieres, solo puedes comprar la original en el caso de que estuviera a la venta. También podrías hacerte con una copia, pero tendría otro valor, ya que no sería la original. Pues eso exactamente es lo que hace el NFT, pero de forma digital.

¿Por qué compra la gente los NFT?

Pues es sencillo, porque creen que su valor va aumentar con el tiempo, y luego podrán venderlo por más dinero. Nadie se gasta 260.000 euros por el dibujo de una roca porque le gusten los dibujos de rocas, ya que los puede tener gratis, sino por el valor que tiene este dibujo concreto al ser un NFT.

Los avances en tecnología están popularizando cada vez más la compra de los NFT. Esto, a su vez, esta impulsando la creación de mundos virtuales en los que es posible coleccionar cosas que no existen físicamente. Recientemente, por ejemplo, el artista 3D Alexis Christodoulou subastó renders online con certificación NFT. Su obra, un conjunto de nueve vídeos animados que desdibujan la frontera entre el entorno construido y el natural, se vendió por casi 340.000 dólares.

También, el mes pasado, otro artista vendió una colección de "muebles virtuales" por casi medio millón de dólares a través de Nifty Gateway, una de las muchas plataformas en línea que permiten la compra-venta de bienes digitales. Diseñados por Andres Reisinger, un artista de 29 años radicado en Barcelona, los diversos muebles subastados (entre los que se encontraban sofás, cajones y una silla de oficina) podrían ser utilizados por los pujadores para crear ambientes en entornos de juego virtuales.

Los NFT y la arquitectura

En primer lugar, los NFT plantean una cuestión nueva respecto a la propiedad. En el mundo de la arquitectura, los renders y las imágenes digitales no suelen ser propiedad de una sola persona, sino que suelen pertenecer a una empresa de diseño. Aunque el problema inicial puede estar vinculado a quién se quedará con los beneficios de los NFT, la mercantilización de los renders también pueden significar una gran oportunidad para que las oficinas más pequeñas que se centran en un trabajo más bien teórico puedan tener una nueva fuente de ingresos. Esto también nos permitirá replantearnos el valor de las obras de arquitectura en general. A menudo, la arquitectura se siente más como una mercancía y se reduce a una transacción básica de servicios. En lugar de trabajar con las típicas presiones de los clientes y lidiar con las limitaciones de los honorarios de un proyecto, en el mundo virtual la creatividad tendrá un valor preponderante y los paradigmas se ampliarán, transformando la profesión y haciendo que la arquitectura se democratice aún más.

@veliz_arquitecto